
Un operativo récord este jueves por la Policía Federal dejó 280 kilos de cocaína incautados, cinco detenidos, dos pistolas, 138 balas, 18 celulares y un Mercedes Benz. Pero el dato que más sorprendió a los investigadores fue el protagonista: un narco peruano de 52 años, conocido solo como “Y.”, que vuelve al negocio tras años de pasar desapercibido, adaptándose a las nuevas reglas del tráfico en Argentina.
El operativo y los detenidos
- Puntos de allanamiento: Moreno, Ituzaingó, Trujui y otros sectores del AMBA.
- Armas y droga: 280 kilos de cocaína, pistolas y municiones.
- Vehículos: un Toyota Etios y un Mercedes Benz involucrados en la logística.
- Otros detenidos: un argentino de 44 años, presunto comprador, y otros tres integrantes de la banda.
El viejo guerrero
“Y.” había estado preso entre 2011 y 2015 por tenencia para comercialización. Ahora reaparece como mayorista, coordinando envíos a Villa Mercedes y aprovechando la red de mulas que transportan droga en micros hacia el sur del país. Según fuentes judiciales, su perfil encaja con la nueva generación de estructuras narco, más dinámicas, fragmentadas y difíciles de interceptar.
Cambio de época en el narcotráfico
- Antes: grandes jefes y estructuras territoriales que imponían control a sangre y fuego.
- Ahora: mayoristas móviles, redes de mulas y operaciones rápidas, donde el terror y la ostentación son secundarios frente a la eficiencia logística.
- Consecuencia: la justicia apunta a interceptar mayoristas estratégicos, mientras la vieja escuela parece obsoleta.
“Y.” no es el único veterano adaptado a la nueva era: otros ex taxistas y mayores de 60, antes fuera del radar, también participan de la cadena de abastecimiento. La historia muestra que, aunque cambien las reglas, los lobos viejos siguen enseñando cómo cazar en el negocio más imprevisible de Argentina.