
El 12 de octubre sigue siendo un día que genera debate y reflexión en Argentina y América Latina. Tradicionalmente celebrado como Día de la Raza, esta fecha conmemora la llegada de Cristóbal Colón al continente y fue reconocida oficialmente en 1917. Sin embargo, con el tiempo surgieron nuevas perspectivas que buscaban resignificar el día desde un enfoque intercultural.
En 2005, el presidente Néstor Kirchner promovió el “Día de reflexión histórica y diálogo intercultural”, dejando de lado las ideas de jerarquías raciales y la homogeneización cultural. Cinco años después, Cristina Fernández de Kirchner firmó el decreto 1584/2010, instaurando el “Día del Respeto a la Diversidad Cultural”, alineando la conmemoración con la Constitución, tratados internacionales y derechos humanos, y reconociendo la riqueza pluriétnica del país.
No obstante, desde 2024, el gobierno de Javier Milei volvió a usar la denominación “Día de la Raza”, provocando controversia. Según la Casa Rosada, la expedición de Colón abrió una era de “progreso y civilización en el nuevo mundo”, pero muchos pueblos originarios recuerdan esta fecha como el fin de su libertad y un inicio de sufrimiento, reivindicando derechos sobre su identidad, territorio, educación y bienestar.
Hoy, la discusión va más allá de los nombres: se centra en cómo reconocer y valorar plenamente la diversidad cultural, evitando enfoques paternalistas y garantizando que los pueblos originarios sean incluidos como sujetos plenos de derechos en la sociedad argentina.