
Con la Boleta Única de Papel debutando en todo el país, Javier Milei enfrenta este domingo una elección decisiva. El Presidente intentará convertir la jornada en un plebiscito sobre su gestión y alcanzar el tercio legislativo que le permita bloquear a la oposición y recuperar margen político tras meses de crisis interna, recesión y tensiones dentro de La Libertad Avanza (LLA).
“Llegamos de pie a las elecciones”, aseguró Milei en Rosario durante el cierre de una campaña menos cómoda de lo imaginado. El mandatario, que gobernó su primer tramo sin mayorías, sin gobernadores propios y con un frente político cada vez más frágil, se juega mucho más que una renovación legislativa: se juega la gobernabilidad del resto de su mandato.
El desafío del oficialismo
La Casa Rosada llega al día clave con un objetivo claro: evitar un Congreso hostil. Para eso, necesita sumar bancas en ambas cámaras y garantizarse el control de los vetos presidenciales, su principal escudo ante las leyes opositoras.
Milei pretende mostrar fortaleza ante los mercados y el “círculo rojo”, especialmente tras el cimbronazo político que generó el caso José Luis Espert y el recambio ministerial que se avecina.
La economía, mientras tanto, atraviesa un cuadro delicado: actividad en caída, inflación contenida pero sin crecimiento y un gabinete económico que se sostiene por el salvataje financiero de Washington. El reciente rescate del Tesoro estadounidense, estimado en 20.000 millones de dólares, le dio oxígeno y estabilidad cambiaria en plena campaña.
El retorno del peronismo K
En la vereda opuesta, Fuerza Patria, el frente peronista con Cristina Kirchner como figura gravitante, busca capitalizar el desgaste libertario y proyectarse hacia 2027.
El espacio llega a la elección con presencia en 14 distritos y especial expectativa en la provincia de Buenos Aires y Santa Fe, donde Axel Kicillof y Cristina Fernández concentraron sus esfuerzos.
El kirchnerismo apunta a recuperar volumen político y consolidar un bloque opositor capaz de frenar las reformas estructurales que el Ejecutivo prepara para enviar al Congreso.
Tercera vía en construcción
Por fuera de la polarización, el grupo de Provincias Unidas, liderado por gobernadores del centro del país como Martín Llaryora (Córdoba) y Maximiliano Pullaro (Santa Fe), busca posicionarse como una alternativa intermedia.
Su meta inmediata: formar un bloque con peso propio para negociar la agenda de reformas laborales, tributarias e impositivas que Milei pretende impulsar tras los comicios.
Boleta Única: el factor sorpresa
La implementación del nuevo sistema de Boleta Única de Papel agrega incertidumbre. Simulacros recientes mostraron mayor tendencia al corte de boleta, lo que podría fragmentar los resultados.
Además, la participación ciudadana se perfila más baja que en elecciones anteriores, otro factor que podría alterar los cálculos de los comandos de campaña.
Lo que está en juego
Milei necesita garantizar al menos un tercio del Congreso —unos 100 diputados y una decena de senadores aliados— para blindar su programa económico y resistir embates legislativos. “Ese número es una pared de defensa”, dijo el presidente días atrás.
Sin esa base, la gestión seguirá dependiendo de negociaciones caso por caso con opositores y aliados eventuales.
El mensaje presidencial de esta noche, previsto después de las 21, será clave. En Casa Rosada deslizan que podría tener un tono más conciliador, una suerte de reedición del “Pacto de Mayo”, en busca de una nueva etapa de acuerdos con los gobernadores.
El día después
Con el escrutinio provisorio en marcha, el gobierno comenzará a delinear el nuevo esquema político y económico. Si logra su objetivo, Milei ganará oxígeno para encarar el rediseño del gabinete y las reformas de “segunda generación”.
Si no, el Congreso volverá a ser su principal obstáculo, y la gestión libertaria deberá reconfigurar su estrategia de poder para sostener la gobernabilidad.