
Mientras proliferan versiones sobre posibles cambios en sus gabinetes, el gobernador Martín Llaryora y el intendente Daniel Passerini llevan semanas diseñando, en silencio, un paquete de medidas para relanzar la gestión en la ciudad de Córdoba. Lejos de la exposición pública, las definiciones se toman en conversaciones reservadas entre ambos, más frecuentes de lo que trasciende.
Presupuestos alineados y señales de coordinación
Las similitudes casi exactas entre los proyectos de presupuesto provincial y municipal para 2025 son la prueba más concreta de esa sintonía. Ambas administraciones apuntan a aliviar cargas impositivas, un gesto político que apunta a recomponer vínculo con sectores que expresaron malestar tras la derrota legislativa del PJ en octubre.
Ese entendimiento podría traducirse en anuncios conjuntos antes de fin de año.
Un acuerdo con historia… y con deudas
Passerini encara este relanzamiento con el peso de dos golpes financieros:
- La eliminación total de los subsidios nacionales al transporte urbano.
- La deuda de USD 150 millones, que continúa pagando en cuotas semestrales de USD 25 millones porque los bonistas se negaron a refinanciar.
A esto se suma un factor silencioso pero determinante: las obras realizadas durante la gestión municipal de Llaryora fueron financiadas con una fórmula “70/30”, donde la Provincia cubrió la mayor parte. Hoy, quien debe asumir el tercio restante es Passerini, en un contexto económico adverso. Esas mismas obras fueron clave para asegurar el triunfo del PJ en 2023.
Encuestas y lectura estratégica
Los últimos sondeos que llegan al Gobierno provincial muestran una mejor valoración de la gestión de Llaryora respecto de la municipal. Ese dato, que circula entre allegados, motiva el relanzamiento local como acción urgente.
Passerini apunta a reforzar su administración con el llamado “Plan Capital”, enfocado en los cuatro reclamos más recurrentes de los vecinos:
👉 bacheo, iluminación, higiene urbana y mantenimiento de espacios verdes.
Movimientos internos: retoques más que cambios
Ambos coinciden en evitar una purga de nombres. Hablan de ajustes quirúrgicos y de rediseños estructurales, no de cambios masivos.
| Llaryora | Passerini |
|---|---|
| Reduciría de 14 a 12 los ministerios mediante fusiones. | Mantendrá las 10 secretarías, pero recortará cargos intermedios y dependencias externas. |
| Ya eliminó cinco agencias desde su inicio. | No renovará alquileres de oficinas satelitales. |
Desde ambos gobiernos descartan que el gobernador vaya a sugerir nombres para el gabinete municipal. Para reafirmar autonomía, recuerdan que Passerini ya desplazó a cuatro funcionarios identificados como “llaryoristas puros”.
El vacío de vocería
Uno de los déficits actuales del municipio es la ausencia de una figura con visibilidad pública como vocero, rol que en tiempos de Llaryora ejercía Miguel Siciliano. Pasarían a consideración nombres como Rodrigo Fernández (Gobierno), Gabriel Martín (Ambiente), Sergio Lorenzatti (Finanzas) o Juan Manuel Aráoz (Tribunal de Faltas), aunque no está definido si se nombrará un portavoz o si se reforzará internamente una de las figuras actuales.