
Amazon sorprendió al mercado laboral y a los analistas al anunciar el despido de 14.000 empleados corporativos. Contrario a la percepción predominante sobre los motivos detrás de este recorte impulsados por la sistematización de procesos, Andy Jassy,director ejecutivo de la multinacional, sostuvo que la decisión responde a la necesidad de transformar la cultura interna de la empresa y no tiene relación con la inteligencia artificial ni con problemas económicos.
El anuncio, realizado al inicio de la semana, impactó especialmente porque llegó justo cuando los balances trimestrales de Amazon presentaron cifras de crecimiento destacables. Entre julio y septiembre de 2025, la compañía reportó ingresos por 180.000 millones de dólares, lo que representa un aumento del 13 por ciento frente al mismo periodo del año anterior.
La división de servicios en la nube, conocida como Amazon Web Services (AWS), también experimentó un repunte del 20 por ciento, afianzando el liderazgo de la firma en este sector del mercado digital.
A quienes afectó el recorte de personal en Amazon
A pesar de estos resultados, el recorte afectó a miles de empleados de oficina repartidos en diferentes áreas corporativas, excluyendo personal de almacenes y sectores logísticos. La medida ha sido percibida como contradictoria dado el buen desempeño financiero de Amazon y ha generado diversas interpretaciones sobre el origen de la decisión.
En la comunicación oficial sobre los despidos, la compañía mencionó los cambios acelerados que la inteligencia artificial está generando en el sector, hecho que llevó a muchos a vincular la reducción de plantilla con la automatización y el auge de la IA.
El CEO de Amazon descartó la culpa de la IA en despidos masivos
Sin embargo, Andy Jassy se distanció de esa hipótesis en su encuentro con inversores tras la presentación de los resultados. “El anuncio que hicimos hace unos días no se debe a causas financieras ni a la inteligencia artificial, al menos no en este momento. El motivo es nuestra cultura”, aseguró el CEO.
Jassy explicó que Amazon experimentó un crecimiento muy acelerado después de la pandemia, fenómeno compartido con otras empresas digitales, lo que incrementó la plantilla y sumó capas de gestión dentro de la estructura organizativa. “Cuando una organización crece rápido, puede generar complejidad y diluir la capacidad de respuesta. Esto ralentiza los procesos clave e introduce riesgos para la competitividad”.
El motivo central de la reorganización, señaló el CEO, es reducir la burocracia y simplificar la toma de decisiones. La meta es que Amazon funcione como una “startup” desde el punto de vista operativo, adoptando agilidad a pesar de su gran envergadura.
Eliminar capas es fundamental en una etapa en que la transformación tecnológica requiere renovar los estándares de desempeño y acelerar la innovación, sostuvo el ejecutivo.
La explicación de Andy Jassy contrasta con la de Beth Galetti, vicepresidenta senior de experiencia de personas y tecnología en Amazon, quien horas antes había publicado un comunicado atribuyendo los cambios directamente a la irrupción de la inteligencia artificial y a la redefinición de roles en el entorno corporativo. Galetti afirmó que “esta generación de IA es la más transformadora desde la aparición de Internet y habilita a las empresas a innovar con mayor rapidez”.
El CEO defendió la reestructuración al argumentar que el exceso de administración y las jerarquías complejas debilitan el sentido de pertenencia y ralentizan la innovación.
El costo económico de esta decisión tampoco es menor. Amazon prevé que el ajuste supondrá una erogación de unos 1.800 millones de dólares en compensaciones por los despidos. El impacto humano, aunque relevante, es visto por la dirección de la compañía como un paso temporal en la cruzada por recuperar dinamismo y disciplina operativa.
Las declaraciones de Andy Jassy ubican el cambio de cultura organizacional en el centro de la estrategia, reivindicando la necesidad de simplificar estructuras y hacer más ágil la maquinaria corporativa. En plena transformación digital global, la maniobra de Amazon anticipa un posible cambio de tendencia en el sector tecnológico, donde la eficiencia operativa vuelve a ser prioridad sobre el puro crecimiento de plantilla.