La Justicia resaltó la gravedad del hecho dado que el familiar de las víctimas proporcionó datos vitales a los autores del violento robo.

En la madrugada del 22 de mayo de 2024, el barrio Termas Huincó, en Mar del Plata, fue escenario de un violento asalto en el que un matrimonio de la zona fue atacado en su hogar por cuatro hombres, entre ellos un familiar directo. A más de un año del crimen, los delincuentes fueron condenados por la Justicia.
Según detalló el portal 0223, los hechos se iniciaron poco después de la una de la madrugada. Tres sujetos, actuando de manera coordinada y con roles asignados, escalaron la reja perimetral de una vivienda situada cerca de la intersección de las calles Posadas y Soler. Tras forzar una cortina de enrollar y una ventana, los asaltantes ingresaron a la casa, donde encontraron al matrimonio.
Una vez dentro, los atacantes agredieron físicamente a las víctimas para inmovilizarlas, utilizando golpes de puño. Durante el robo, se apropiaron de varios objetos de valor, entre ellos una alianza de oro, una cadena de oro y alrededor de $120.000 en efectivo. La tensión aumentó cuando, al llegar la Policía, alertada por un vecino, uno de los asaltantes amenazó al dueño de casa con un cuchillo, exigiendo la apertura de la puerta trasera para facilitar la huida.
El hecho se produjo el 22 de mayo de 2024 en la calle Posadas, esquina Soler, en el barrio Termas Huincó (Google Maps)
La investigación, bajo la dirección del fiscal Mariano Moyano, permitió establecer que los agresores actuaban con el respaldo de información precisa suministrada por un cuarto hombre: Emiliano Andrés Berghella, sobrino de la mujer asaltada.
Berghella tenía como tarea aportar datos sobre los hábitos y los bienes de las víctimas, además de mantener comunicación telefónica durante el hecho para advertir ante cualquier incidente no previsto.
En el transcurso del asalto, el hombre se encontraba en las inmediaciones de la vivienda, realizando funciones de “campana” mientras se comunicaba de forma constante con los agresores. Su involucramiento fue demostrado por el análisis técnico del teléfono móvil incautado y por declaraciones recabadas de uno de los imputados.
La causa estuvo a cargo del juez Fabián Riquert, quien evaluó la participación de cada uno de los implicados. Con base en las pruebas reunidas, el magistrado imputó penalmente a Damián Arcenegui, Lucas Guerrero y Marcos Hernández López como coautores del delito de robo agravado por haberse cometido en lugar habitado y en banda, con escalamiento, daño en la propiedad y uso de arma blanca en grado de tentativa.