
Después de más de diez horas de debate, el jurado popular del Chaco emitió un veredicto que quedará grabado en la historia judicial de la provincia. De manera unánime, declararon culpables a César Sena, Marcela Acuña y Emerenciano Sena y los enviaron a prisión perpetua por el femicidio de Cecilia Strzyzowski, ocurrido el 2 de junio de 2023.
Afuera, en la plaza donde la sentencia se escuchó por parlantes, el silencio inicial estalló en aplausos, abrazos y un desahogo colectivo que venía gestándose desde hace casi dos años.
El jurado consideró probado que Cecilia fue víctima de un homicidio doblemente agravado —por el vínculo y por mediar violencia de género— y que la responsabilidad fue compartida: César como autor directo, y sus padres como partícipes necesarios.
Las condenas por encubrimiento
En paralelo, se resolvió la situación de quienes estaban acusados de intentar borrar rastros del crimen:
- Griselda Reinoso: absuelta.
- Fabiana Cecilia González y José Gustavo Obregón: culpables de encubrimiento agravado, con penas previstas de 1 a 6 años.
- Gustavo Melgarejo: culpable de encubrimiento simple, con penas de 6 meses a 3 años.
La jueza Dolly Fernández definirá las penas concretas en los próximos diez días hábiles, en la audiencia de censura.
“Por fin Cecilia descansa en paz”
El fiscal de Cámara Juan Martín Bogado fue uno de los primeros en hablar tras el veredicto:
“Hoy siento que se hizo justicia. Por fin Cecilia descansa en paz. Vamos a pedir el certificado de defunción que la familia viene reclamando desde el inicio”.
A su lado, los fiscales Jorge Cáceres Olivera y Nelia Yael Velázquez no ocultaron la emoción. Cáceres Olivera afirmó:
“Este fallo demuestra que nuestro trabajo tuvo sentido y que la Justicia puede recuperar credibilidad”.
Velázquez, con la voz entrecortada, resumió el momento:
“Nos golpearon mucho durante la investigación. Hoy es un día muy fuerte. Se hizo justicia”.
El rol del jurado
El abogado querellante Briend también destacó la tarea del jurado popular:
“El pueblo del Chaco, representado por estas personas, actuó con una enorme responsabilidad. El fallo estuvo a la altura”.
El letrado subrayó que el juicio permitió reconstruir el crimen con claridad:
“Hoy sabemos cómo fue asesinada Cecilia y quiénes participaron. Eso permite que pueda descansar”.
Las maniobras de encubrimiento
Los condenados por encubrimiento agravado eran parte del círculo íntimo del clan Sena. Según la investigación, González colaboró en tareas de limpieza dentro de la vivienda familiar y gestionó la entrega de muebles con manchas de sangre pertenecientes a Cecilia, alegando desconocer el origen.
Obregón, en cambio, brindó detalles decisivos: confesó haber ayudado a deshacerse del cuerpo y describió cómo él y César lo trasladaron hasta la chanchería, donde —según la acusación— fue incinerado. En su testimonio final pidió perdón y se quebró:
“A César lo quise como a un hijo del corazón”.