
Cristina Kirchner volvió a mostrar su control absoluto sobre el peronismo bonaerense. Consciente de que la elección será cuesta arriba, armó la lista de diputados pensando más en la disputa interna que en la pelea nacional.
La ex presidenta colocó a Jorge Taiana en el primer lugar y dejó afuera a Máximo Kirchner, decisión que generó sorpresa y tensión en La Cámpora. El movimiento también golpeó a Axel Kicillof: aunque había sugerido a Taiana como candidato de consenso, terminó perdiendo peso en el reparto de lugares.
El gran beneficiado fue Juan Grabois, que obtuvo el tercer puesto, otros espacios para dirigentes de su confianza y la candidatura de Itaí Hagman en la Ciudad. Para muchos, un claro mensaje a Kicillof, a quien Cristina no quiere ver crecer rumbo a 2027.
Los intendentes del conurbano también quedaron relegados: por primera vez desde 1983, La Matanza no tendrá representación propia. El enojo ya derivó en amenazas de ruptura, como la de Fernando Gray en Esteban Echeverría.
En el PJ bonaerense calculan que podrán conseguir unas 13 bancas, de las 35 en juego. Cristina busca conservar un núcleo de diputados leales que le garantice influencia, incluso en la derrota. La verdadera pelea, admiten cerca suyo, no es contra Milei sino contra el avance del gobernador bonaerense en la carrera presidencial.