
Gerardo Reneé Bastos, más conocido como “Maestro Lucidor Flores”, fue detenido el jueves pasado en Córdoba, tras un pedido de captura internacional emitido por el juez federal N°2 de Córdoba, Alejandro Sánchez Freytes. Está acusado de liderar una secta que sometía a sus miembros a abusos sexuales y trabajo forzado.
Bastos, que residía en Brasil, fue interceptado al intentar ingresar nuevamente a Argentina. La investigación lo vincula con trata de personas con fines de servidumbre, agravada por engaño y abuso sexual con acceso carnal, aprovechando su posición como líder de un culto religioso.
La secta operaba bajo los nombres “Mística Andina” y “Organización Nación Pachamama”. Una de sus víctimas relató que comenzó asistiendo a cursos sobre “espiritualidad andina” y “amor por la Madre Tierra”, donde fue sometida a manipulación psicológica y presión para mantener relaciones sexuales, bajo la promesa de acceder a enseñanzas secretas y convertirse en una “iluminada”.
Durante años, Bastos financió a la mujer, a quien renombró “Belladora Aguilar”, y luego la obligó a trabajar sin remuneración en un retiro espiritual en Fortaleza, Brasil. La Justicia considera que este traslado forma parte de un proceso completo de explotación y reducción a la servidumbre.
El expediente judicial señala que los integrantes del grupo tenían que hacer aportes económicos y dormir en carpas dentro del predio, y que incluso los padres de la víctima habrían participado como “financistas”.
La víctima soportó abusos durante 15 años hasta que en 2019 denunció los hechos ante su esposo y suegro. La resolución describe a la secta como un grupo destructivo, centrado en la manipulación psicológica para someter y abusar sexualmente de sus miembros.
El arresto de Bastos se produjo en Traslasierra, y la causa sigue en fase de instrucción, mientras se investiga si existen otras víctimas. El hijo de Bastos fue sobreseído por falta de pruebas.
Este caso evidencia cómo ciertas sectas utilizan la espiritualidad y la fe como herramientas de control y explotación, y mantiene abierta la investigación para proteger a posibles víctimas adicionales.