
¿Podrán los gobernadores de Provincias Unidas imponerse en sus distritos el próximo 26 de octubre? La respuesta no es única, pero entre los mandatarios se respira un moderado optimismo. En las mesas políticas del espacio se habla de consolidar su presencia en el Congreso con un bloque de más de 20 diputados y un puñado de bancas clave en el Senado. La incógnita, aún sin despejar, es cuál será el vínculo de esa bancada con el oficialismo libertario. “Somos aliados del pueblo argentino”, esquivó Martín Llaryora, ante la consulta sobre su posición frente a los proyectos del presidente Javier Milei.
El acto realizado en Buenos Aires, con Martín Lousteau como anfitrión, dejó entrever una mayor cohesión entre los referentes del espacio. Cuando el frente emergió —bajo el nombre inicial de Grito Federal—, muchos gobernadores desconocían a los candidatos que competían en el área metropolitana. Hoy, tras semanas de ajustes y desencuentros, lograron unificar discurso y presencia pública, incluso superando a Lousteau en sus críticas a la gestión nacional. “Nos destratan”, “El Gobierno nos lleva al abismo”, “El Presidente está paveando tocando la guitarra”, fueron algunas de las frases más repetidas en los últimos actos.
La misma tarde del encuentro en Obras, los dirigentes se enteraron de que Milei trasladaría su cierre de campaña de Córdoba a Rosario, una decisión que en el entorno de Llaryora leyeron como señal de debilidad. “Claramente pierden”, se escuchó en voz baja entre los peronistas cordobeses, que creen posible dar el batacazo en una provincia donde el peronismo no gana una elección legislativa hace más de una década.
En Córdoba, las encuestas marcan un escenario abierto. El nombre de Juan Schiaretti conserva una alta imagen positiva, aunque el nuevo sello de Provincias Unidas todavía busca posicionarse. En contraposición, Gonzalo Roca, outsider con bajo nivel de conocimiento, crece cuando su figura se vincula a Milei. En el Panal confían en poder retener al menos cuatro de las nueve bancas que se renuevan.
En Santa Fe, la pelea es voto a voto. Los relevamientos ubican a Caren Tepp (Fuerza Patria) al frente con el 26%, seguida por Gisela Scaglia (Provincias Unidas) con el 25% y Agustín Pellegrini (La Libertad Avanza) con el 21%. En la estratégica ciudad de Rosario —donde Milei cerrará su campaña—, el gobernador Maximiliano Pullaro intenta capitalizar los resultados de su gestión en seguridad, marcando distancia del libertario y del kirchnerismo local.
En Corrientes, el panorama es más favorable. Gustavo Valdés, fortalecido tras el triunfo que permitió instalar a su hermano Juan Pablo como sucesor, apuesta por Diógenes González, que enfrenta a la libertaria Virginia Gallardo. El radicalismo correntino espera quedarse con dos de las tres bancas en disputa.
Jujuy aparece también en el lote de provincias donde el oficialismo local se muestra confiado. Carlos Sadir logró retener el control político en las elecciones de mayo, dejando atrás a La Libertad Avanza. En Chubut, en cambio, Ignacio “Nacho” Torres admite que la polarización nacional complica las aspiraciones del espacio, aunque apuesta a un armado más amplio que integre a López Murphy, Rogelio Frigerio y Rolando Figueroa con la mira puesta en 2027.
En el sur, Claudio Vidal mantiene la cautela pero confía en retener una de las tres bancas en juego en Santa Cruz, donde prevé una “elección de tercios”.
Con realidades dispares y estrategias adaptadas a cada territorio, los gobernadores de Provincias Unidas intentan consolidarse como un tercer espacio con proyección federal. Romper la polarización sigue siendo el desafío central —uno que otros frentes no lograron superar—, pero en la recta final de la campaña, los mandatarios aseguran tener una última carta por jugar.