
Edinson Cavani acababa de sacarse la mufa con un gol clave para el 2-0 de Boca frente a Banfield en la Bombonera, cuando un integrante del Departamento de Prensa se le acercó y le alcanzó un celular: “Es Román”, le dijo. Del otro lado de la línea, Juan Román Riquelme lo felicitaba en caliente, en pleno campo de juego, mientras observaba el partido desde su palco.
En diálogo con El Canal de Boca, el uruguayo reveló:
—“Sí, recibí un llamado especial de Román. Estaba contento por el triunfo, contento también en lo personal por el gol, y porque se empiezan a ver cosas que con el tiempo este equipo va encontrando, un poco esa identidad que tiene que tener”.
Sobre el ida y vuelta con el presidente xeneize, Cavani agregó:
—“Me transmitió su alegría, yo le transmití la mía también. Ahora toca recuperar, descansar en el día libre y volver con toda la disposición para preparar el próximo partido”.
Un desahogo esperado
El gol ante Banfield fue apenas el primero de Cavani en el Clausura, el segundo en el semestre y el cuarto en lo que va de 2025, un registro muy por debajo de sus antecedentes goleadores. El uruguayo arrastraba frustraciones, con chances insólitas desperdiciadas y hasta algunos silbidos en la Bombonera, algo inédito desde su llegada en 2023.
Cavani reconoció la presión:
—“Todos los días damos el máximo. A veces se pueden hacer los goles, otras no, pero lo importante es que el equipo gane. Este fue un gol de rebote, pero también hay que estar ahí. No hay receta: es trabajo, disciplina y bancarse las críticas”.
Entre la sequía y la expectativa, el tanto frente al Taladro puede ser el envión anímico que el Matador necesitaba para despegar en este torneo.