El volante de 31 años regresa al Xeneize, donde se formó, para firmar un contrato por tres años y medio.

El pase más resonante del fútbol argentino ya es una realidad. Después de semanas de demoras, versiones cruzadas y ansiedad en aumento, Leandro Paredes jugará en Boca. Su salida de Roma quedó sellada este martes, y el mediocampista campeón del mundo viajará en estas horas rumbo a la Argentina para realizarse la revisión médica, firmar su contrato y sumarse a los entrenamientos. En principio, se respetaron las condiciones de la cláusula que permitía su salida de Roma por 3,5 millones de euros, aunque el anuncio tardó bastante más de lo que Boca imaginaba cuando todo se cerró, de palabra, a comienzos del mes pasado.
Paredes vuelve así al club donde hizo todas las divisiones inferiores y dio sus primeros pasos como profesional. Debutó en noviembre de 2010, durante la breve era de Claudio Borghi, y rápidamente muchos lo señalaron como el heredero natural de Juan Román Riquelme. Con apenas 31 partidos jugados y cinco goles convertidos -todos en la Bombonera, dos a San Lorenzo, dos a Racing y uno a Tigre- fue vendido a la Roma en 2014. Desde entonces, su regreso fue un deseo recurrente tanto del club como de los hinchas, pero siempre quedaba en promesas. Esta vez, después de tantos amagues, finalmente se hizo realidad.