
Luego de la cálida recepción que Lionel Messi tuvo en la India —con una multitud que celebró su llegada y la inauguración de una imponente estatua con su silueta—, el astro argentino protagonizó un episodio inesperado durante una visita a un estadio en la ciudad de Calcuta. Acompañado por Luis Suárez y Rodrigo De Paul, compañeros en el Inter Miami, el capitán campeón del mundo fue testigo de desmanes que obligaron a suspender la actividad.
Messi arribó al Aeropuerto Internacional Netaji Subhash Chandra Bose en el marco del Tour The Goat, una gira que contempla presentaciones en cuatro ciudades del país asiático. En su primera mañana en suelo indio, el rosarino decidió recorrer el Salt Lake Stadium, donde fue recibido nuevamente por una multitud que colmó las tribunas.
Durante la breve recorrida —que se extendió por poco más de 20 minutos— el entusiasmo inicial dio paso al malestar. Apenas Messi y sus acompañantes se retiraron por el túnel, comenzaron los incidentes: desde las tribunas arrojaron sillas al campo de juego y, minutos después, un grupo de personas invadió la cancha, lo que derivó en corridas y forcejeos entre los propios espectadores.
Según trascendió, el enojo de parte del público estuvo vinculado tanto al escaso tiempo de permanencia de Messi en el césped como a la limitada visibilidad provocada por el fuerte cordón de seguridad. Además, varios asistentes expresaron su disconformidad por el valor de las entradas —4.366 rupias, equivalentes a unos 50 dólares—, lo que terminó de encender los ánimos y provocó la suspensión del evento.