
Sonó el silbato final y el José Amalfitani estalló: más de 30 mil personas celebraban una jornada inolvidable. Damian McKenzie se preparaba para patear un penal, pero la historia ya estaba escrita. Los Pumas lograron su primer triunfo en Argentina frente a los All Blacks, cuarta victoria sobre Nueva Zelanda en total, y dejaron en claro que no se trataba de una hazaña aislada, sino del resultado de un trabajo sostenido.
El equipo argentino arrancó con presión alta y juego dinámico, aprovechando cada oportunidad. Tomás Albornoz abrió el marcador, mientras que Juan Cruz Mallía y Santiago Carreras se lucieron con penales y conversiones. En un primer tiempo vibrante, Juan Martín González apoyó un try para empatar 13-13 al descanso.
En la segunda mitad, la Albiceleste mantuvo la intensidad. Gonzalo García consiguió el segundo try local, y Carreras no falló en la conversión. Nueva Zelanda descontó, pero la Amarilla a Sevu Reece y un penal certero de Carreras sentenciaron la victoria 29-23.
La hinchada no paró de cantar y celebrar: Los Pumas habían hecho historia en casa, y la emoción se convirtió en una fiesta de rugby y orgullo nacional.