
La elección de este domingo arrojó una Cámara de Diputados polarizada entre dos grandes frentes: el oficialismo y aliados fieles, por un lado, y la oposición más intransigente, por otro. Pero en el medio de La Libertad Avanza y el kirchnerismo hay un contingente de más de 40 legisladores de distintos orígenes que serán claves para romper la grieta e inclinar la balanza en el recinto. Son un núcleo de gobernadores con menos peso del esperado por la floja cosecha de Provincias Unidas; y un grupo disperso de “sin tierra” de la UCR, la Coalición Cívica y exlibertarios.
Para conocer cómo se conformará la “ancha avenida del medio” habrá que esperar las definiciones de los próximos días, ya que algunos diputados podrían integrar bloques diferentes a las listas por las que ingresaron. Como sea, el oficialismo tiene una pecera bastante profunda donde buscar los casi 30 diputados que, en principio, lo separarán del quórum.
Con una elección por debajo de las expectativas, Provincias Unidas coló solo 8 diputados. Por Córdoba ingresaron Juan Schiaretti, Carolina Basualdo y Miguel Siciliano en nombre de Martín Llaryora; por Santa Fe, Gisela Scaglia y Pablo Farías en nombre de Maximiliano Pullaro; por Jujuy, María Inés Zigarán en nombre de Carlos Sadir; por Corrientes, Diógenes González en nombre de Gustavo Valdés; y se suma Martín Lousteau por Ciudadanos Unidos, la versión porteña de Provincias Unidas.
Estos diputados se agregan a 8 de Encuentro Federal que siguen con mandato: los bonaerenses Miguel Pichetto y Nicolás Massot; los cordobeses Juan Brügge, Carlos Gutiérrez y Alejandra Torres; el santafesino Esteban Paulón; el chubutense Jorge Ávila; y el entrerriano Francisco Morchio (aunque este último responde a Rogelio Frigerio y está con un pie afuera de ese espacio). También hay que contar a un santacruceño de Claudio Vidal, José Luis Garrido.
Encuentro Federal hoy también tiene entre sus filas a Natalia De la Sota, quien logró renovar su banca por el sello Defendamos Córdoba. Pero la diputada, de perfil más opositor a Milei que sus comprovincianos, planea formar un bloque propio en diciembre e “integrarse a otros que piensen en igual sentido”. Será difícil para el Gobierno contar con su apoyo.
Por otra parte, hay otros gobernadores que no pertenecen a Provincias Unidas pero engrosan el listado de dialoguistas con una decena de nombres. El sanjuanino Marcelo Orrego tendrá dos diputados (Fabián Martín y Nancy Picón Martínez); el neuquino Rolando Figueroa, uno (Karina Maureira); el salteño Gustavo Sáenz, tres (Bernardo Biella, Oriana Nevora y Pablo Outes); y el mandatario misionero en las sombras, Carlos Rovira, cuatro (Oscar Herrera Ahuad, Alberto Arrúa, Yamila Ruiz y Daniel Vancsik).
En la oposición no kirchnerista también hay un pequeño abanico de radicales más y menos violetas. De los que responden a gobernadores del partido centenario, dos ingresaron por Provincias Unidas (la jujeña Zigarán y el correntino González) y tres por las listas de La Libertad Avanza en acuerdo con oficialismos locales: Pamela Verasay (Mendoza), Guillermo Agüero (Chaco) y Darío Schneider (Entre Ríos).
A estos tres “radicales violetas” se suman otros dos con mandato hasta 2027, el mendocino Lisandro Nieri y el chaqueño Gerardo Cipolini. En la UCR creen que, cuando se armen los bloques, estos cinco legisladores no se mimetizarán con La Libertad Avanza.
Por el radicalismo también siguen con mandato otros tres diputados. Una es Karina Banfi, quien obedece al titular de la UCR bonaerense, Maximiliano Abad, y supo votar en sintonía con La Libertad Avanza. Los otros dos se ubican del lado del radicalismo opositor Democracia para Siempre: Pablo Juliano (cercano a Facundo Manes) y Mariela Coletta (del sector universitario, alineada a Lousteau).
La franja dialoguista se completa con dos diputados de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro y Mónica Frade; una santafesina ex PRO, Verónica Razzini; y seis exmiembros de La Libertad Avanza, que son dos del MID (Oscar Zago y Eduardo Falcone) que siguen cercanos a Javier Milei; y cuatro de Coherencia (Marcela Pagano, Lourdes Arrieta, Carlos D’Alessandro y Gerardo González) que se fueron del oficialismo en peores términos.
En el Senado, La Libertad Avanza tendrá 19 integrantes, que con el aliado Paoltroni suben a 20. El quórum es con 37. ¿Cómo conseguirán el número? Si acarrean a los 6 del PRO y los 9 de la UCR, quedarían en 35, es decir, a dos. Por eso también se vuelven claves todas las bancas que están por fuera del kirchnerismo y en manos de fuerzas provinciales.
En ese grupo, los nuevos son la salteña Flavia Royón y la neuquina Julieta Corroza, quienes reportan, respectivamente, a los gobernadores Gustavo Sáenz y Rolando Figueroa. Y los senadores que siguen con mandato son Alejandra Vigo (Córdoba), Carlos Espínola (Corrientes), Edith Terenzi (Chubut), José María Carambia y Natalia Gadano (Santa Cruz), Carlos Arce y Sonia Rojas Decut (Misiones).
Vigo, Espínola y Terenzi ya conforman hoy un interbloque con el nombre Provincias Unidas. Previsiblemente, este sello no sumó ningún senador porque fue víctima de la polarización en todo el país, y en el Senado solo hay lugar para la primera y la segunda fuerza por cada distrito.