
Durante su visita a Huinca Renancó y Laboulaye, el exgobernador cordobés Juan Schiaretti volvió a poner el foco en uno de sus caballos de batalla: la eliminación de las retenciones agropecuarias. Frente a un auditorio repleto de productores y empresarios, el referente de Provincias Unidas fue categórico: “Las retenciones son el impuesto más regresivo que existe. Hay que terminarlas de una vez por todas”.
Schiaretti adelantó que, si accede a una banca en el Congreso, su primera iniciativa será un proyecto de ley para suprimir definitivamente ese tributo, al que considera una traba directa para la producción y la generación de empleo.
“No podemos seguir permitiendo que desde Buenos Aires nos sigan metiendo la mano en el bolsillo”, lanzó el exmandatario, apelando a un discurso que buscó conectar con la identidad y el orgullo del interior productivo.
Según el dirigente, en los últimos veinte años el Estado nacional se quedó con más de 175.000 millones de dólares en concepto de retenciones, un dinero que —afirmó— “salió del esfuerzo de quienes trabajan la tierra y de las industrias que sostienen las economías regionales”.
El candidato cordobés aprovechó la recorrida para mantener encuentros con cámaras empresariales y referentes locales, reforzando su perfil federalista y su defensa del campo como motor económico.
En el tramo final de la campaña, Schiaretti busca diferenciarse del oficialismo y de los libertarios con un mensaje enfocado en “devolverle poder y dignidad al interior”, posicionándose como la voz de quienes se sienten relegados por las políticas nacionales.